Tatiana Franko - "Los Hombres Son Parte del Problema, Pero También De La Solución"

Tatiana Franko - "Los Hombres Son Parte del Problema, Pero También De La Solución"

05 de mar de 2025

Este podcast se centra en cómo las mujeres han influido e inspirado a sus presentadores en sus vidas personales y profesionales. También aborda las crisis personales y cómo enfrentarlas ha transformado sus percepciones y carreras.

Capítulos

Inspiración Femenina en la Vida Personal

El episodio comienza explorando el papel inspirador de las mujeres en la vida de los presentadores. Juan Pablo comparte su admiración por su madre, madrastra y esposa, mencionando cuán fundamentales han sido en su crecimiento. Recalca la influencia positiva y la fortaleza de estas mujeres, tanto en momentos de apoyo como en desafíos.

Crisis Personal y Autodescubrimiento

Tatiana revela cómo enfrentar una depresión personal la llevó a descubrir la frase 'Vos Podés,' que se convirtió en su mantra de vida. Este descubrimiento la impulsó a crear una marca y un espacio para empoderar a otras mujeres. Juan Pablo también comparte su batalla con una crisis de mediana edad y cómo el nacimiento de su hija catalizó un cambio en su vida.

La Relación con la Terapia

Ambos presentadores discuten su relación con la terapia y cómo esta les ha ayudado a navegar sus crisis personales. Juan Pablo habla sobre cómo la terapia le permitió reconocer patrones en su vida que necesitaban cambios, y Tatiana menciona cómo la terapia le abrió los ojos a su propia historia de invisibilización y deseo de reconocimiento.

Repensando la Masculinidad y los Roles de Género

El episodio culmina en una discusión sobre cómo los hombres deben ser parte de la solución a los problemas de género. Juan Pablo menciona la importancia de desafiar los mitos sobre la masculinidad y la necesidad de que los hombres asuman un papel activo en la lucha por la igualdad y el respeto hacia las mujeres.

Conclusión

El episodio cierra con un llamado a la importancia de las conversaciones abiertas y sinceras para sanar y conectar. A través de compartir sus vulnerabilidades, los presentadores esperan inspirar cambios positivos tanto en hombres como en mujeres, promoviendo una sociedad más comprensiva y equitativa.

Menciones

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Yo creo que yo he sido inspirado por muchas mujeres De muchas formas diferentes de ellas y yo quisiera preguntarte ¿cuáles son esas mujeres que te inspiran? yo creo que yo he sido inspirado por muchas mujeres de muchas formas diferentes fui criado siempre en un entorno en el que la mujer importaba, en el que la mujer importa, en el que la mujer trabaja a la par del hombre y el hombre a la par de la mujer en donde no hay roles asignados en donde mi papá hacia el mercado y cocinaba en donde mi madrastra porque yo crecí sobre todo con una madrastra yo crecí con mi mamá hasta los 10 años mi mamá es una mujer fuerte si algo tiene es una mujer es una berraca de carácter pas. O sea, carácter, pasaste por ahí. Pasaste por ahí. Y nuestra relación no es una relación sencilla, pero igual es una mujer que me inspira, que me inspira de muchas formas, a pesar de la dificultad. Mi madrastra me ha inspirado también mucho porque mi madrastra, cuando llegamos a España, yo de 10 años, hermana de 6, y mi mamá nos manda a España después del divorcio con mi papá, nos manda con niñera y con la hija de la niñera, que es como si fuera una hermana para nosotros también. Ella, Claudia, igual trabajó por nosotros un montón. No era una mujer cariñosa, pero siempre mostró su cariño estando presente y siendo responsable. Entonces tengo a mi mamá, ¿sabes? Tengo dos hermanas y hoy en día tengo a mi esposa que me inspira todos los días porque es una mujer sumamente inteligente, capaz, presente. Tengo a mi hija, obviamente, que es una de mis mayores inspiraciones y mi decoradora personal, ¿sabes? O sea... Tienes un buen manicuro hoy, mira. Y lo pone y ahí es donde me lo quito, o sea, lo revisa. Tu reloj también te lo... Los zapatos, o sea, todo, todo, todo. Como te digo, tengo a mi mamá, que sea lo que sea, me sigue inspirando. Y esas tres mujeres realmente son como la inspiración para este podcast de los hombres si lloran. Son los tres motores principalesales que después hablaremos de eso. Pero a mí la mujer me inspira mucho. He tenido siempre muy buenas amigas. Tengo grandes amigas. Tengo muy buenas amigas. El famoso cuento de los hombres y las mujeres no pueden ser amigos. Para mí ha sido falso completamente. Tengo muy buenas amigas y he tenido inclusive relaciones románticas que se han convertido en grandes amistades. ¿En serio? O sea, Bení, ¿tambos puedes hacer eso? Sí, sí, sí. Yo salvo algún par de exes con las que realmente no tenemos comunicación hoy en día, pero yo tengo algunas exes con las que tenemos una gran amistad, pero gran, gran amistad. Y Moni sabe, ¿me entiendes? Y Moni tiene exes que son grandes amigos de la casa también. Y tiene sentido si lo piensas. O sea, claro, hay cosas que pueden terminar muy mal, sin duda, pero si en algún momento de la vida compartiste algo con una persona, alguna historia, es porque tienes cosas en común. Total, si no no hubiera estado ahí. Exactamente, entonces puede que la vida te haya llevado por caminos diferentes, pero hay algunos puntos en común que todavía podrías encontrar una amistad ahí. Mira que me llamó la atención ahorita que mencionabas que a pesar de la dificultad, tu mamá te inspira. Sí, mucho, mucho. Yo tengo una relación muy compleja con ella, compleja. Creo que viene sobre todo además de un punto de partida que es una realidad difícil y es que nosotros no vivimos juntos desde que yo tengo 10 años. O sea, hace 38 años que no vivimos nunca más en un espacio físico juntos. Hay una distancia, entonces yo siempre me crié con esta idea de que las relaciones congénitas, las relaciones de sangre no necesariamente terminan siendo relaciones de familia. Lo que me refiero es que hay ciertas cosas que tú tienes que compartir con las personas para que eventualmente puedas ser familia, ¿sabes? Y normalmente hay dos cosas que hacen que seamos familia de otras personas y es compartir la alegría y el dolor. Cuando tú compartes alegría y dolor con alguien, tú eres familia y eso requiere de tiempo. Siempre hablamos de que la calidad por encima de la cantidad y si bien es importante la cantidad también es muy importante porque la cantidad es que nos damos cuenta de los pequeños cambios la cantidad es fundamental para entender las sutilezas si tú le pones una persona a un hijo en este caso pero pero lo puedes aplicar a cualquier otra persona tú le puedes preguntar una una persona cien veces ¿cómo te fue hoy? en este caso de colegio, pero puede ser el trabajo, puede ser ¿cómo te fue? por impulso ellos casi siempre te dicen que bien, porque esa es la sociedad más en la que vivimos, y es la sociedad en la que vivimos, es como y los cien veces, los cien días te dice bien, bien, bien, bien, bien, bien, y el día 101 te dice bien y dices aquí algo cambió y esa es sutileza que es esa palabra que le dicen los americanos el nuance, ¿sabes? eso que no se puede casi que describir con palabras que es una mezcla de sensación de masa crítica de poder comparar ese bien 101 con los anteriores 100 bien, entonces la cantidad empieza a ser muy importante. Hay que descubrir la relevancia de la cantidad. Exactamente, entonces vuelvo a lo del tema de mi mamá, para nosotros cada vez que nos sentamos es casi que un tratar de acoplarnos a una vida que ella siguió y una vida que yo seguí, sabiendo que hay un vínculo igual, que hay un vínculo importante de sangre, pues que es tal vez de los más importantes. Entonces creo que por ahí empieza una complejidad. Pero ahí mi mamá me inspira mucho, porque mi mamá es una mujer de 76 años, que no tiene una residencia fija, que trabaja como restauradora de arte en iglesias por todo Colombia, que se encarama en andamios de 20 metros, o sea, con una fortaleza física, ha escrito tres libros, el último es una novela que se llama Complot Vaticano, de misterio en el Vaticano, o sea, una cosa así de grande. Es una mujer con entusiasmo inusitado. O sea, es una fuerza de la naturaleza. Entonces, claro que me inspira. Y también es de una complejidad en esta relación para nosotros. Pero, claro, me he pasado mucho tiempo en mi vida luchando contra eso. Luchando contra la aceptación inclusive de que no es una mamá como te la pintan o como crees que socialmente debería ser una mamá entonces llegar a paz llegar a paz con ese con esa realidad de que esta es tu mamá no es la que tú te imaginas no es la que los libros dicen no es la de tu mejor amigo no es la que tú quisieras que sea esa es ¿y por qué haces tanto así? ¿te parece familiar? eso de hecho ¿tienes también una complejidad en tu relación con tu mamá? Sí, o sea, mi mamá me crió y además que ella tenía 15 años y una niña de 15 jugando a las muñecas, que absolutamente lo entiendo hoy. Si hoy una niña de 15 embarazada es escandaloso, es difícil, es complejo, ¿cierto? es escandaloso, es difícil, es complejo, ¿cierto? Imagínate hace 39 años, donde una niña de 15 años podría ser altamente juzgada, señalada, imagínate lo que pudo representar para ella, y de ahí en adelante, y esto lo vine a entender ahorita, porque hace muchos años claramente culpé muchos de sus comportamientos, porque cuando yo era una adolescente, pues yo veía a una amiga, o sea, hubo momentos en la vida donde literal estábamos, o sea, era mi amiga, mi amiga, o sea, alguien como de mi edad, como parecía de mi edad. Con razón me dijiste antes, podría ser mi papá, no casi, pero en cinco años podría ser tu papá. Ahora podría ser mi hermano. En cinco años podría ser tu papá. Ahora podría ser mi hermano. Entonces, claro, yo te escucho y vos decís eso de, no, es que es lo que te tocó y es reconciliarse con eso. Y claramente, sin ánimo de juzgarla, porque uno entiende que la gente hace las cosas por muchas razones y cada persona tiene sus razones, su pasado, su presente, su entorno, su edad, como ella en ese caso. Sus herramientas. Sus herramientas. Ella tenía muy pocas herramientas para criarme a mí. Entonces imagínate, ella lidiando con una muchachita, el mayor era tremenda, loca, imagínate. No. No, no tengo cara. Y eran seis hermanos, bueno, cuatro mujeres, dos hombres son, pero además de eso, ella una culicagante, me tocó vivir como con una mamá que no tenía una autoridad entonces no tenía un rol de mamá porque era como una amiga presente no era mamá soltera ya ella se casa con el papá de mis hermanas que lo amo y adoro que además es mi papá no vamos a ir a loamos mi papá pero en su momento yo era una culicagada y mi mamá me llevaba para arriba y para abajo, su trabajo, sus vainas, sus cosas en el colegio, muchas veces no la tuve presente en cosas del colegio que yo no comprendía. Y yo decía, pero si las mamás de todas están acá, ¿por qué la mía no? Pero es que mi mamá era mi amiga, o sea, era una vaina tan relajada y yo creo que ella no dimensionaba lo que era ser mamá. relajada y yo creo que ya no dimensionaba lo que era ser mamá. O sea, y de hecho, ya que estás tan preguntón, cuando yo voy a Cali, que nosotros somos de Cali, yo no vivo en Cali hace unos 12 años, cuando yo voy allá y la veo con mis hermanas, yo veo otra mamá. Como que aprendió a ser mamá adulta. Conmigo estaba improvisando, que es absolutamente comprensible porque era una culicanada con 15 años criando a una bebé. En cambio ahora yo ya veo una mujer adulta, estructurada, madura, con unas herramientas que me hubiera encantado recibir a mí y que no tuve, con unas conversaciones abiertas con mis hermanas, que hace poco en terapia, yo no iba a terapia, me di cuenta que me faltaron muchas conversaciones. ¿En terapia entendiste? ¿Fue lo que te ayudó a entender en qué estabas con tu mamá? Y estoy en ese proceso. Eso es una cosa muy importante de la terapia. A veces piensan por ahí que tuviste terapia una vez. No, tú abres una puerta y normalmente es un camino de espinas. Ellos te invitan a transitar. ¡Pero era una caja de Pandora! Claro, te iban a salir muchas cosas además, muchas más cosas. Es más, mucha gente que me conoce en este momento dirá, ¿Tatiana va a terapia? Porque te confieso que para mí eso era una desocupada. Así pensaba yo. Psicólogo, aquí. Esa era mi visión. ¿Y por qué fuiste? ¿Por qué terminaste? Por el podcast. Porque empecé a escuchar historias de mujeres que empezaron a atravesarse en mi corazón. ¡Wow! Porque empecé a tener pesadillas. ¿Con las historias de las mujeres? Con las historias de las mujeres. Yo no fui a terapia por mí. Yo creía que todo lo tenía resuelto Yo no fui por mí Yo fui para resolver un tema ajeno Y qué estrellada me pegué Cuando conozco a la terapeuta Además, si me está oyendo en este momento Debe decir como Por fin le dijiste Porque además yo llegué No necesito nada pero sí que paro la terapia si hay algo que tú me puedas ofrecer de verdad yo era así o sea yo veía el tema de la terapia quizá me estaba escondiendo de algo quizá no quería enfrentar alguna vaina y encontrarme además con una mujer que o sea se sienta a hablar conmigo y hacerme un montón de preguntas y a meterse en terrenos que uno no quiere entrar. Y ella empezó a darse cuenta que mi situación y mi real necesidad no era un tema del podcast, era un tema personal de mi infancia, de mi niñez, de mi mamá, cosas que estoy aprendiendo a entender ahorita y que cada vez que hablo con ella, ella me dice, es por eso. Tú te relacionas con el mundo por esto que viviste en tu infancia. Tú te relacionas con el mundo por esto. Porque hay cosas que me duelen de una manera sobrenatural. Que uno además trata de racionalizarlo, dice, esto es una bobada, ¿yo por qué estoy preocupado por esto? O sea, ¿por qué esto me afecta así? Sí, el resto del mundo no. Y son cosas que están ahí, es una información que tenemos metida casi que a fuerza ahí adentro. Claro, y por eso creo que hicimos clic aquí en esta pregunta, porque vos hablabas de tu mamá y decías esta frase y yo como... Vos hablabas de tu mamá y decías esa frase y yo como... ¿Por qué terapia? Porque han podido ser otras herramientas. Han podido ser como, me voy a ir a hacer artes marciales, me voy a ir a la montaña a caminar, bicicleta para mí, por decirte algo. ¿Cómo llegas a esa realización de que era terapia lo que necesitabas? Porque me estaba afectando la cabeza, se me estaba metiendo en los pensamientos. me estaba afectando la cabeza. Se me estaba metiendo en los pensamientos. Yo empecé a hacer mis primeras entrevistas y empiezan estas mujeres a abrirme el corazón y a contarme sobre todo cosas de violencia en su infancia. Cosas dolorosísimas, Juan Pablo. Temas de violaciones, de secuestros. Y esta conversación que tenemos vos y yo con esta cercanía se le mete a uno en la cabeza. Y yo no sé vos, pero yo todo lo que me van contando me lo voy imaginando yo soy actor entonces esta señora contándome en medio de las lágrimas recordando además con mucho dolor cómo fue empalada explícame cómo mi corazón se siente escuchando a una mujer que vivió una vaina de esas, ¿no? O sea, es demasiado doloroso para mí escuchar tantas mujeres que han pasado por unas cosas tan horribles y yo no... Y yo las escucho y yo digo, pude ser yo. Pudo ser mi mamá, pudo ser mi prima, pudo ser mi tía. Es que no tenemos nada distinto. El hecho de que vos hayas nacido en un pueblo distinto al mío, en una ciudad distinta al mío, en un estrato socioeconómico distinto al mío, no te hace diferente a mí. Sos mujer, punto. Y por ser mujeres, estamos expuestas de sobremanera a muchas cosas que ustedes los hombres no están expuestos. Y que es una discusión infinita y que no terminaríamos acá. No tenemos por qué entrar en esa discusión. Pero yo empecé a escuchar esas historias y yo empecé a soñar con esas historias y me imaginaba que me pasaban a mí. Entonces tenía pesadillas hasta que un día yo dije, yo necesito entender cómo vomito esto y cómo lo voto y sobre todo cómo lo gestiono para que cada historia de una mujer no sienta que es propia. Porque estaba empezando a imaginarme en la película que eso me estaba pasando a mí. Ahí acudí a terapia y he empezado a entender unas herramientas que si bien me han servido la sensibilidad igual está... Porque es un ejercicio de empatía igual. Es un ejercicio de empatía. Es muy difícil. Y ya que te estoy hablando de eso yo quisiera preguntarte... Ya, ya te fuiste, ya saliste. ¿Qué quieres hacer? No, no, está bien. Yo por saber, yo hago caso Juan Pablo Espérate, es que está buenísimo esto Juan Pablo Estamos hablando de mujeres Juan Pablo, eso es peligroso No, hombre, es que en serio es muy bonito Lo que me acabas de compartir Pero entonces yo sí te tengo que preguntar dos cosas ¿Cómo haces esa correlación? Juan Pablo ¿Cómo haces esa correlación? ¿cómo haces esa correlación? ¿o cómo aceptas esa correlación con que eso que te estaba pasando, de la forma que estaba afectándote tenía que ver con tu propia vida con tu infancia ¿cómo llegan con tu terapeuta a eso? mira que ella me habla de un término que yo no conocía y era invisibilizar o invisibilización. Apenas lo estoy entendiendo. Por como viví mi infancia, por como crecí en medio de esta mamá chiquita que estaba apenas con pocas herramientas entendiendo cómo manejar el mundo y cómo manejarse a ella, de alguna manera yo era invisible para ella dicho por mi terapeuta jamás lo hubiera entendido yo así ¿por qué? a ver, estuvo presente pero es que no siempre la presencia es estar aquí, porque tú puedes estar aquí cerca, pero estar de pronto no presente en tu comportamiento. Porque hablamos antes. Y en tu actitud. Tiene todo el sentido. Totalmente. Tiene todo el sentido. Entonces, una gran mamá, estaba pendiente, estaba conmigo, pero mira que yo en mi corazón de niña no me daba cuenta que ella ejercía sobre mí una invisibilización y yo pasé toda mi infancia queriéndome hacer notar. Apenas lo estoy entendiendo, yo era la más bullosa del salón, la más bullosa. Aquí estoy, aquí estoy, aquí estoy. Pero desesperante. La niña que los compañeros son como, Tatiana, ya, Tatiana, ya. Algo que jamás se me hubiera ocurrido entender y que jamás, cuando yo empiezo a relatarle cómo era mi infancia, que no entendía esto que tenía que ver con el podcast además, porque, o sea, yo hablando de la terapeuta de otras mujeres, ajenas a mí, y ella me dice, espérate, espérate, espérate, espérate. Con la canción para, para, para. ¿Qué pasó acá? ¿Y qué pasó más atrás? ¿Y qué pasó más atrás? ¿Y cómo era esto? ¿Y cómo era tu infancia? ¿Y cómo eras en el colegio? Y empecé yo a resolver hasta que un deseo de atención desmedido, Juan, desmedido, desmedido, la bullosa del salón y muy buena estudiante además. Entonces me decía la terapeuta que fue como una forma de equilibrar, entonces si no me prestas atención por aquí, voy a ser la mejor del salón. Pero necesito que me veas. Pero de que me veas, me ves. Necesito que me veas. Y ya que estás tan terapéutico, hay algo que me marcó muchísimo, que pareciera una bobada, pero mi mamá no fue a mi entrega de ICFES y fui de las mejores del colegio. Y eso, marica, o sea... ¿Y todavía te pega? Horrible. O sea, que yo haya llegado a mi ICFES y yo no la haya visto, o sea, yo era como... Porque era una gran calificación que me había ganado con todo ese deseo de figurar durante tanto tiempo y de destacarme y de ser la mejor y quiero ser la mejor estudiante no entendía por qué lo estaba haciendo apenas lo estoy entendiendo esas ausencias en esos pequeños momentos que no son pequeños sino gigantes te marcan brutalmente ¿y qué tiene que ver esto con esto? todo porque estas mujeres han sido invisibilizadas te marcan brutalmente. ¿Y qué tiene que ver esto con esto? Todo. Todo. Porque estas mujeres han sido invisibilizadas. Todas. Cuando esta mujer me cuenta es que un tipo me llevó a una esquina y me hizo de todo, aunque gracias a Dios yo no he sufrido una cosa así, hay un acto de invisibilización de estas mujeres y mira como eso me ha pegado a mí y me ha conectado con cosas que tienen que ver conmigo con mi infancia y con mi pasado y es una vaina que no le toca reparar y reparar solo Y es una vaina que uno le toca reparar y reparar solo. O con ayuda. Claro, claro, pero no reparar como uno quisiera, es decir, no ir y esperar que la otra persona te lo repare. Totalmente. Sí, porque lo cierto es que igual así en algún momento, no sé si pasó, tu mamá venga y te diga perdón, que eres válido, la sensación queda. Queda porque sale ahí. ¿Cierto? Y es de lo que yo hablo mucho en el programa, es no estamos aquí para victimizar, no estamos aquí para, ay pobrecito yo, y tampoco estamos aquí para desentender lo agradecidos que somos y que estamos, pero tampoco podemos dejar de reconocer que hay cosas que nos han afectado, y hay gente que la afectan unas, hay gente que la afectan otras, gente que se acuerda de la vida de formas muy diferentes, gracias por compartirlo. Tengo los recuerdos súper conectados, pero súper conectados además entendiendo lo de invisibilización. ¿Vos entendías ese concepto? Yo lo vine a entender apenas hace un par de meses. de reunión o que voy a hablar con alguien, siempre lo primero que le digo a las personas es te veo, te oigo, te siento, tú vales y eres suficiente. Y es por eso. Repítelo. Te veo, te oigo, te siento. Tú vales, eres suficiente. Te lo agradezco. Ay, no, Juan. ¿Por qué haces eso? Yo no hice nada, tú hiciste todo. ¿Por qué haces eso? ¿Por qué haces eso? Hablemos de vos, por favor. Hblemos de vos por favor hablemos de vos que me estás cambiando el papel aquí no es que nunca dijimos que íbamos a hablar de mí o de ti íbamos a hablar ajá estamos hablando te agradezco mucho por haberlo compartido sí yo o sea no no y es muy loco porque yo digo vos podés ¿no? está bien pero es que es verdad y la gente cree que yo puedo y yo quisiera muy loco porque yo digo vos podés, ¿no? Está bien. Pero es que es verdad. Y la gente cree que yo puedo y yo quisiera poder con todo, pero no es así. No. No es así. Y cuando yo arranco con mi proyecto y abanderada de una frase... ¿Por qué arrancaste con esto? Tenía que ver con mi historia personal. Es muy irónico porque cuando yo arranco con Voz Podés, todavía no era un podcast, yo hace cinco años estoy mencionando esta frase y diciéndola y comentándola en las redes sociales, pero fue justo cuando creí que no podía. Cuando creí que no podía con nada. Yo trabajaba en televisión, era periodista, sentía que mis sueños estaban como cuando usted en este checklist de sueños y yo decía, wow, o sea, la hice. ¿De qué? Estoy feliz. Claro. Estaba feliz, muy feliz. Trabajaba con J. Mario para ese entonces. Ay, chiste. Trabajaba en Mis Buenos Días y cuando yo era niña, soñaba con estar ahí. Ese era mi sueño dorado. Trabalo muy buenos días. Ese era mi sueño dorado. O sea, cumpliste todo. Maté la caleña, que después de 800 mil traspiés logra, televisión local, televisión de ahí, yo escalando en canalitos y cositas para poder llegar como periodista allá. Además, no soy periodista y respeto la profesión, pero la vida me dio ese privilegio de ejercerlo y cuando llego a hacer ese programa después de lucharla como loca entro ahí yo no lo podía creer o sea yo estaba levitando yo decía esto el programa sale del aire claro duré unos tres años, cuatro, no me acuerdo, trabajando ahí. Típico, es que creías que era importante. Ah, bueno. O sea, cuando después de 16 años interrumpidos, además un programa que era como un himno nacional. Un icónico, claro. O sea, todos nos adelantamos, muy bueno, día normal, y esto no se va a acabar, cuando un día va a salir del aire, yo decía, cómo me vas a quitar el sueño de esta manera, o sea, no me hagan esto, que se acabe cualquier cosa menos esto. El programa se acaba y yo quedo rota, rota. Porque además yo para ese entonces tenía una relación sentimental y mis dos pilares eran esos, amor y trabajo. No había más. Lo que se supone que uno debe hacer, ¿no? Sí. Perfecto. Yo estaba parada, o sea, como que mi piso estaba partido en dos, 50 trabajo, 50 amor, todo lo tenía Tatiana, la niña muy feliz, cuando sale el aire del programa y al mismo tiempo se acaba mi relación. O sea, todo a la vez con pegado. O sea, todo a la vez con pegado. Y yo sé, yo entiendo y cada vez aprendo a respetar los dolores ajenos, porque lo que para una persona es algo muy chiquito, para otra es muy grande y puede ser visto así, pero si tu mundo, si tu mundo interno tiene eso como tus dos pilares y tu único universo, se te cae todo. todo también me cayó todo y quedo yo sola en bogotá sin familia sin nadie sin novio me iba a casar todo vino al piso el programa desempleada endeudada los sueños y esta era yo sin saber qué hacer. No podía. Juan Pablo, sentía que no podía con nada. No podía con nada. Entro en una depresión que para ese momento, hasta que conocí a la terapeuta, me dijo que llamaba depresión. Vos eras como lo que tengo en la tusa. Tristeza. No, que tusa tan berraca. Una tristeza que casi me mata ah se llama ok, no tenía ni idea que ese era el nombre de eso y empiezo a experimentar un dolor en el corazón que me sorprendía porque además me debilitó de una manera que me hizo me desconocí o sea, no sé si te ha pasado que te desconfigurás. Claro. Es una desconfiguración. Totalmente. Que se llama depresión. Absolutamente. Una desconfiguración. Entonces, cuando yo estoy en mi casa, en ese encierro, sola, endeudada, hasta el cuello, sin trabajo, sin un peso, casi que sin comida, en el apartamento de Bogotá, bebiendo, el arriendo, yo dije, me tengo que volver a Cali. O sea, yo no puedo con nada, yo no puedo con eso. Y llegué a unos niveles de depresión tan profundos que yo era solo en un apartamento y yo perdí la noción del tiempo y del espacio. Yo me despertaba y el dolor que yo sentía Juan Pablo en mi corazón por el amor al trabajo y por el amor al amor y ver eso que se quiebra y se vuelve mierda y se fractura y yo sola, desamparada en Cali, además con esta herida que apenas estoy identificando yo decía, marica fíjate que loco, volviste a ser invisible volviste a ser invisible. Volviste a ser invisible. Tal cual. Ya no estaba saliendo en ninguna parte, no estaba figurando. No tienes una persona que te dijera, mírate en este espejo. Ah, bueno. O sea, no había... Espérate, espérate, porque no le había puesto nombre a ese hueco. No. Y yo te digo, a mí me da hasta pena cuando la gente le pregunta a uno esta historia, o sea, la respuesta de esta historia de por qué vos podés, vos podés, nació por una tusa, y a mí me da hasta pena porque hay gente pasando por cosas muy horrorosas, ¿sí me entiendes? Y uno decir, ¿una tusa? ¿Una tusa te puso así? Juan Pablo, sí. Caíme, muere. Pues que parte de la tarea es no restar la importancia a los dolores propios. Claro. ¿Sabes? O sea, sabía ser empático, pero los dolores de uno también cuentan. Pues es que te digo, tú vales. Tus historias valen, te estoy oyendo, porque es que vale. Y no las podemos comparar permanentemente. Eso fue horrible. O sea, yo diría que. No las podemos comparar permanentemente. Eso fue horrible. Yo diría que ese fue como mi momento oscuro. El más oscuro del alma, de la vida. Era una vaina que claramente no contaba mi familia, claramente no informaba y me llamaban. Y normal, ¿cómo estás? Mi mamá, mi tía, mi abuela, tal. ¿Cómo estás? Y yo, bien, bien es que, o sea yo encerrada en ese apartamento llorando como una loca dándome cuenta que se me vino el mundo al piso, que estaba sin trabajo que estaba invisibilizada, que yo ya no era nadie y que me tenía que más o menos devolver a mi casa de donde ya había regresado hace muchos años porque yo iba a soñar con grandes cosas cuando eso pasa y yo empiezo a perder todo, yo dije yo me tengo que ir para Cali necesitaba mi lugar seguro, necesitaba creo que necesitaba volver a hacerme ver, ahora que le ponemos como un nombre pago mis maletas vuelta nada y me regreso a Cali y vos podés fue una frase que yo no te puedo explicar me llegó a la mente entiendo perfecto no te puedo explicar no tengo una explicación lógica cómo llegó no fue un día que yo me senté a construir un proyecto esa frase me llegó al corazón muy loco, porque yo caleña, si la frase hubiera sido usted puede, o tú puedes, usted puede, su merced. Hágale que usted puede. Esa frase llegó a mi corazón cuando más rota estaba. Y me pegó durísimo. O sea, fue en Cali, y yo en medio de mi dolor, mi tristeza tal, y yo, vos podés, y yo, y yo, sí, sí, pero no sé quién me la dijo, o sea, yo, yo un día me levanto en ese dolor horroroso, y ya como, y yo, no sé, mamá, esta frase, vos podés, tía, vos, y mi familia, mi mamá haciendo la sopa, ah, sí sé mamá esta frase vos podés tía y mi familia mi mamá haciendo la sopa ah si mira ve vos podés, ah si ya vos podés salir de vos podés mamita vos podés superar y yo decía como marica esta frase me representa, tan simple y tan profunda a la vez, y me representó tanto que yo me la tatué y entonces me puse el tatuaje y empecé a compartirla sin un propósito de nada, era mi frase, eso no era un negocio, un proyecto, era una frase que había hecho clic conmigo, punto, y me encantó y empecé a comunicarla y empecé en las redes y esta comunidad de mujeres además que tenía en redes tenía como una seguidora de televidentes yo creo que las televidentes doña ruca doña gladys doña madonna empezaron como a darse cuenta porque cuando uno cuenta todo en redes entonces se dan cuenta tu ausencia y empezaron todas y yo esta frase me gusta, esta frase me representa y empezaron como Tati vos podés, mira que vos podés y se fue creciendo, vos me crees que las mujeres empezaron a tatuar la frase Juan Pablo? Espectacular. Se empezaron a tatuar y las mujeres me sanaron, las mismas mujeres sin darse cuenta escribiéndome por interno, eso fue una terapia. Entonces me empezaban a escribir. ¿Qué año fue ese? 2019. ¿Y después llega la pandemia? No puedo. Y después llega la pandemia. Y yo empecé a emprender con vos podés y saqué camisetas de vos podés y tal y ahora ando contando historias de mujeres bajo ese nombre pero ese nombre lo que representa para mi Juan es un renacer me encanta es un renacer y las mujeres esperan que yo creen que yo soy la que les dice vos podés porque yo puedo mucho pues no podía con absolutamente nada pero te digo que las mujeres han sido pilar fundamental y siguen siendo y por eso para mí es tan importante que vos que ustedes los hombres... Antes de que saltes para acá, que ya sé que quieres saltar, pero... ¡Eres terrible, Juan Pablo Rama! ¿Has tenido a tu mamá alguna vez? Nunca. ¿En serio? No, Juan Pablo. Juan Pablo, no estoy en ese nivel. No estoy en ese nivel. No estoy en ese nivel. Mira cómo me pongo. ¿Cómo no vas a tener vos esa historia? Le tengo pánico a las conversaciones en comas. Pero aquí estamos huyendo. Sí, es que esta no está tan incómoda. ¡Guau! O sea... Ok, vale. Es una buena tarea. ¿Vos la has hecho así de frente? Con mi papá sí Con mi mamá todavía no Con mi papá sí la tuve y fue fantástica Con mi mamá todavía no he encontrado Pero sé que viene, ya la estoy enfilando Ya la estoy enfilando Ya la estoy enfilando porque es que Tiene que estar ahí Tiene que estar ahí tiene que estar ahí te dan demasiadas preguntas ¿yo? ¿para ella? ¿para mi mamá? yo no sé si tengo tantas preguntas ya ¿sabes? yo lo único que quiero es llegar hablando con Yamida Amad él dijo una cosa que me pareció hermosa él dijo que una cosa es el vínculo que tenemos con las personas y otra es la relación. Tenemos que honrar el vínculo. Yo quiero aprender a honrar ese vínculo con la paz y la tranquilidad de que tal vez nunca tengamos una excelente relación. Si puedo honrar ese vínculo, yo creo que estoy muy tranquilo. ¿Y cómo se honra? Yo creo que viene con la aceptación. Y viene con un ejercicio de luchar contra el ego. Que finalmente es el único enemigo real que tenemos. Yo creo que esa es mi lucha. Es contra ese ego que me dice cómo ha debido ser mi mamá, cómo han debido ser las cosas, cómo ha debido comportarse ella en determinada situación. Y poder casi que abstraerme, separarme de ese ego y decir, déjame ver la verdad, la realidad de lo que simplemente es. Y aceptar la realidad de lo que es. Eso no quiere decir que no me moleste. Eso no quiere decir que esté de acuerdo. Eso no quiere decir que le acolite ciertas cosas que dolieron mucho pero si llegara a esa aceptación de ella hizo lo que pudo con las herramientas que tenía así de sencillo yo me senté con mi papá un día 24 años porque tú, porque tú, porque tú, porque plá, porque plá porque tú, porque plá porque mi papá es estoico porque tal, porque en este momento porque tal, porque pa, pa,af, porque mi papá es tóico. Porque tal, porque en este momento, porque tal, porque pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa. Termino después de dos horas y era como... Lo miro y... ¿Qué me vas a decir? Y le miro y me dice... Yo hice lo mejor que pude. Y aún mejor, solo pagas por resultados. No hay que esperar. Aproxima tu contratación con un crédito de trabajo de 75 dólares en Indeed.com. Termos y condiciones aplican. ¡Gracias! ¡Ay no! Ya Te mató Claro Claro Y es que además cuando uno es papá se da cuenta de Y empieza a entender los miedos, las angustias Que empiezan a pasar por tu cabeza Entonces claro, cuando yo además tuve a mi hijo Me dio más rabia todavía porque ahora te estoy diciendo eso, pero cuando tengo a mi hijo yo, ¿cómo es posible que no haya estado presente con esto que uno siente? ¿Me entiendes? Entonces me dio más duro, fue una de las crisis más duras que tuve. Entonces, ¿a dónde quisiera llegar yo eventualmente? A estar en paz, a estar en paz con ese ser humano que me dio la vida a pesar de su propia realidad, quisiera llegar a ese momento donde digo parce gracias y no estoy de acuerdo con un montón de lo que ha pasado pero es lo que ha pasado y por eso digo que mi mamá también me inspira, porque si no hubiéramos tenido este tipo de relación, de pronto el podcast noiendo después de seis años de navegar mi propia crisis después del podcast es que todo esto para mí es como una gran reconciliación con lo femenino con lo femenino en el mundo y con lo femenino en mí claro ese hecho de que sea una niña lo que a mí me parte con mi hijo nació era como mi muchacho yo conozco esto nace esta mujer esta niña ahí es a donde yo digo yo no sé nada no importa nada todo lo que yo sé no sirve para nada todo lo que yo he conocido no sirve para nada porque no tengo ni idea de quién soy ni ni de para quién he hecho todo esto. Para ella. Y de ahí empieza el rock and roll. ¿Por ella? Por ella. Por ella, por estar casado con la mujer que estoy casado, que tan pronto empecé ya a identificar mi crisis, fue la primera vez de mandarme a su terapeuta y cuando le empiezo a decir, todos los hombres con los que hablo me dicen que están pasando por algo, la primera que me dice hace seis años o cinco años, me dice, tienes que hacer un podcast para hablar de esto. Y yo le digo, ¿qué hablas? Podcast. Soy actor. Una serie, si acaso, pero... No. Claro. Una mujer. Una mujer. Que te puso contra las cuerdas. podcast una serie si acaso pero claro una mujer que te puso contra las cuerdas ella me dijo, me explicó y me dice lo que estás descubriendo es muy valioso porque entonces yo empiezo a investigar y ahí empiezo a ver que de cada 10 suicidios 8 son masculinos y entonces digo pero un momento, si son los más fuertes ¿por qué? no me cuadran las cuentas no, exacto, la matemática no me cuadraba Y entonces digo, pero un momento, si somos los más fuertes ¿Por qué? ¿Por qué? No me cuadran las cuentas No, exacto, la matemática no me cuadraba Si todo el tiempo nos han dicho que nosotros podemos con todo Y que la depresión no existe, que lo que decía mi papá Que eso era un invento de vagos Y que tú lo que tienes que hacer es tener plata, mantenerte en forma, tener una mujer con determinadas características, sean las que sean para cada persona. En mi caso siempre ha sido con una mujer inteligente, para mí yo siempre había querido estar con una mujer inteligente, tener hijos, sanos, ser reconocido en tu trabajo, ser exitoso. ¿Y? ¿Y dónde está la verdad? ¿Dónde está tu verdad? ¿Dónde está lo que tú realmente quieres ser? Porque todo eso es lo que te dicen. Entonces, cuando empiezo a reconocer eso y empiezo a tener conversaciones, Moni me dice, es demasiado valioso lo que estás encontrando. Porque yo le decía, todos los hombres con los que hablo, una vez que ya rompo el status quo, de, Dios, este qué, bien, este qué, no, bien, usted que bien usted que no bien bien usted no bien bueno bien y salí con tal hija está agua noche de uy qué carros y compró no es que nada de un sigue el trabajo no va cambiando la de 100 y usted el humano viento chisos chau nos vemos entonces yo empecé fueron muy consciente a cambiar esa dinámica. ¿Qué hubo, mano? ¿Usted qué? ¿Usted qué? ¿Bien? ¿Bien? ¿Y usted? ¿No? ¿Más o menos? O sea, ¿vos empezaste? Claro. Pero, ¿cómo así? ¿Qué pasa? No, pues, estoy pasando por una crisis y ya nada, ni la cosa más berraca. ¿De una? De una. ¿Qué cara te hacían? Eso es lo más maravilloso. Era, ah, bueno, pero, bueno, pero eso seguro tal, y de esta manera y de esta manera. Y voy en el carro y me pongo a llorar como loco. Y no entiendo muy bien por qué. Y nació mi hija y estoy vuelto, estoy todo. Y de repente ver cómo empiezan a cambiar los interlocutores. Y a través de esta vulnerabilidad que estaba yo permitiéndoles ver, empiezan ellos también a ser vulnerables, a permitirse. Somos todos vulnerables. Todos. Emp empiezan ellos también a ser vulnerables. A permitirse. Somos todos vulnerables. Todos. Empiezan a permitirse mostrarse vulnerables. Mi papá murió deprimido. Mi mejor amigo se suicidó. Estoy pasando por lo mismo. ¿Y con quién hablas? No con nadie. Yo no voy a ir a mi esposa porque va a pensar que está casada con un blandengue. Mi papá, no. Yo no puedo contar a mi papá. Sin papá toda la vida lo que me has dicho es que tengo que ser un berraco. Entonces Moni me dice, es muy valioso lo que estás encontrando. Tienes que hablar de eso. El ego no me permitía. Porque primero el ego igual no me permitía mostrarlo todavía tanto, a pesar de que yo soy una persona que puede entrar a sus emociones. Es lo que trabajo, ¿entiendes? Y yo en la película lloré, a mí nunca me ha dado pena llorar, pero yo creí una casa en donde la depresión no existía, la depresión era un tema de vagos, mi papá lloraba, pero en mi casa hay un caso muy específico, la primera vez que yo vi la muerte de frente de un amigo de 18 años, mi papá me dejó llorar tres días. Al tercer día me dijo, se acabó, ya, no más. Basta, vos sos muy sensible, se acabó, entiendo, pero ya. Otra cosa, y me acuerdo perfecto, yo estaba entrando a lavarme los dientes y me dice, la vida es una regla, Juanpi, es una regla. Uno se va de acá, otro se va de acá, otro se va de acá. Tu amigo se fue acá. Cagada, loco, pero vos también te vas a ir, yo me voy a ir, o sea, era lo más pragmático del mundo, que también fue una gran lección en mi vida, sin duda, porque también yo dejé de estigmatizar la muerte, ¿no? eso no me permitía a mí tampoco como salir y afrontar y decir como al mundo, ¿sabes? O sea, hoy en día lo entiendo. En ese momento el ego lo que me decía, usted es un artista. ¿Qué se va a poner a hacer? Está en Hollywood. Hollywood, está en Hollywood. Está acá en una película con Jennifer Garner. ¿Qué es lo que me estaba pasando? Acaba de estrenar una película con Jennifer Garner Dirigida por Pierre Morel, director de Taken Me trajeron en limusina por Hollywood Boulevard, ¿me entiendes? O sea, lo que tú decías antes, ¿no? O sea, yo allí estaba, estaba en Hollywood Boulevard En un carro, ¿me entiendes? En una camioneta negra O sea, o sea Y aparece una mujer y te dice, háblame No, claro, yo estaba toqueado, yo lloraba yo era el carro y yo toqueado pero no una mujer cualquiera, una mujer muy Moni es una mujer con el masculino muy presente en su vida también a Moni la mamá se le murió cuando tenía 4 años le fue criada por su papá y sus abuelas, unas figuras maternales espectaculares pero además yo como le digo a esta mujer que acaba de dar a luz además yo con qué cara vengo a contarle a ella que yo estoy pasando por aquí, no es así que además tengo una mujer que yo siempre le digo sus dos actividades favoritas son tener la razón y burlarse de ella y llegas tú claro, pero dos actividades favoritas, conté la razón y burlarse de ella. Y llegas tú. Claro, pero yo en un momento que no podía más, y yo lo he contado ya varias veces, pero el momento en el que yo identifiqué yo iba en el carro y yo lloraba y lloraba oyendo Pearl Jam y lloraba, pero un llanto muy distinto. Yo casi siempre lloro de agradecimiento o porque me emociono con la gente. La empatía. Pero yo lloraba con mucha angustia. Pensando en cómo iba a estar ahí para esta niña, nena que acaba de nacer. ¿Le da miedo? Pánico. La matemática. Si yo tengo 42, cuando ya tenga 20, tengo 62. Ya ahí, yo ya estaba como, yo soy un idiota. Pero el pensamiento realmente que me hace parar en seco es cuando un día digo, tal vez todo sería más fácil si no estoy. Ahí, lo recuerdo como si fuera ayer ahí para el carro qué está pasando está oyendo una canción de peor ya me llama siren en ese momento y ahí dije esto sí que no me pertenece a mí porque este no soy yo. O sea, ya es... Claro, este pensamiento ya no me pertenece a mí. Esto ya no viene de mi esencia, de mi ser. De la alegría, del optimismo, de la felicidad. O sea, yo soy... O sea, yo paro de oler las flores. O sea, yo soy un tipo... Yo huelo el pasto. Yo me ensucio con mis hijos. O sea, yo soy de ese calibre. Romantizas. No, no lo sabes. O sea, yo soy de ese calibre. Romantizas. O seaiz al atardecer espectacular o sea esto es una cosa yo oigo los pajaritos y yo mi casa llena de plantas o sea yo soy Susanito. Yo soy la presentación en el colegio, ahora que se acaban de llevar a mi hijo, que se tuvo una cirugía. O sea, yo ya tengo identificado el momento en el que más miedo he sentido en mi vida. No fue cuando me asaltaron en mitad de la montaña con mis hijos. No, fue el momento en el que le solté a mi hijo la mano para que se llevan a un quirófano. ¿Sabes? Entonces, volvemos a esto. Y es que. ¿Sabes? Entonces, volvemos a esto, y es que Mónica siempre me dijo, tienes que poder hablar de eso. Tienes que poder hablar de eso. Entonces, para ya como redondear, Josefina de alguna forma es como el detonante, Mónica es como la racionalización de, estás pasando por algo que vale la pena compartir con otras personas, pero mi mamá, y relación es la que más me revuelca porque está pasando por eso además y no poder llamar a esa figura que supuestamente debe ser la persona que tú llamas cuando te pasa algo así obviamente lo que me hacía era sacudirme todavía más. Mi papá ya había fallecido, o sea, que no podía hablar con mi papá. ¿A quién llamas? Entonces empieza el sentimiento de soledad sobre todo. ¿Cómo hago con ese sentimiento de soledad que siento en este momento? Cuando más acompañado estoy, más solo me siento. Tremendo eso. Tremendo. Y ahí empiezo a navegar. Y empiezo a hacer terapia. Yo siempre he sido de terapias muy alternas, de psicólogo y energético, y de, ¿sabes? Yo me he tratado con medicina energética hace 25 años, o sea, a mí lo alternativo me gusta. Ok. Pero Moni, si fue la que me dijo, yo creo que como eso es tan específico y ya está identificado, tienes que... No, no estaba tan identificado en ese momento, perdón. Ella me dijo, necesitas a alguien para ayudar, para que te identifique qué es lo que está pasando. Ella me manda ahí la primera vez que a un terapeuta formal, a un psicólogo, una psicóloga, a María Antonieta Solorzana. ¿Y vos le dijiste de una? No, le expliqué como por dónde estaba pasando. Ella me dijo, estás pasando por una crisis de mediana edad. Yo no sabía que ustedes los hombres pasaban por eso. Antes me dijiste. ¿Y qué piensas ahora? ¿Sientes que es verdad o no? Sí, pero no callan. Claro, porque pareciera que es una tontería o pareciera que es un invento, pareciera que es debilidad. Y aunque parezca muchas mujeres o piensan que no existe o tampoco lo tienen tan claro o también están criadas en entornos en los que tampoco es válido apreciarlo porque, mi hijita conseguirse un macho macho de pelo pecho ¿cómo te dijo? macho de pelo pecho de pelo en pecho? ¿Cómo te dijo? ¿Cómo te dijo? No me acuerdo. No me acuerdo, sí, sí, sí. Macho de pelo en pecho y espuma al orinar. Espuma al orinar. Espuma al orinar, espuma al orinar. Esto, entonces, hay un gran miedo a hablar por parte de los hombres, pero también hay un gran desconocimiento por parte de las mujeres a querer verlo o a sentarse a tratar de entenderlo, porque el machismo, como hemos hablado mucho, afecta a la mujer directamente, absolutamente, pero también afecta al hombre. Sin victimizaciones de ningún tipo, pero en tema de información. Tú imagínate si a ti, desde pequeño te dicen, ¿no? O sea, en este momento que tú tuviste, en donde las dos cosas que habías conseguido se fueron al traste. Tú eres niño y te dicen, hermano, usted tiene que estar casado, usted tiene que estar, usted tiene que no sé qué, usted tiene que conseguir esa plata, usted tiene que tal, ¿no? Y lo conseguiste, lo conseguiste todo. Y un día te quebraste. Todo lo que te dijeron y te metieron en el disco duro que tenías que conseguir, ya no lo tienes. Eres un fracasado. Para los parámetros sociales o familiares. Y entonces, si no lo puedo tampoco hablar, ¿y qué hago? Ahora sí me levanto. Y si en un momento la vida te pesa mucho, y si no pudiste, y si entraste en un cuadro de desconfiguración, de depresión, pero como no se habla de eso, entonces ¿cuál es la salida? ¿Y con qué te encontraste cuando pusiste esos dos relames? Me encontré con una persona que quería permanentemente gustar. Yo había construido un personaje que gustaba, que encajaba, que era aceptado. Porque al igual que tú, cuando yo me sentí invisible, a los siete o doce años yo me empecé a cortar, yo empecé a quemar, yo empecé a hacer cosas arriesgadas, a saltar de tejados, a romper vidrios, a mentir. Empecé a ser un personaje, un personaje que era mucho más valiente de lo que realmente era, y era más chévere de lo que realmente era, y tenía una vida más chévere de la que realmente tenía. Y ese personaje se fue construyendo hasta el final. Es como, ah, esto es lo que cae bien. De repente me encuentro con ser actor. Tengo que ser buen actor, pero no tengo que ser buen actor para el público, tengo que ser buen actor para mis compañeros. Mis compañeros tienen que sentir que yo soy buen actor. No era por mí. Más disciplinado. Tengo que llegar a Hollywood. Tengo que ser el primer colombiano que llegue a no sé qué. ¿Para quién? ¿Para quién armé todo esto? Simpático, querido, amable. La felicidad es una decisión. Vamos. ¿Triste? No, hombre. ¿Espresión? Vagos. ¿Te suena? Nos parecemos, ¿no? Demasiado. Nos parecemos. Nos parecemos. Lo más bonito que ha tenido este programa es recibir mensajes como gracias porque pensé que era el único. O sea, vos en porque pensé que era el único. O sea, ¿vos en serio pensaste que ¿cuántos hombres hay en Colombia? ¿25 millones? Eras el único que se preocupaba por las finanzas. Eras el único que tenía problemas con tu mamá o con tu esposa. Pensamos que nuestros problemas son muy únicos y claro, hay circunstancias horrendas, eso no lo podemos obviar, pero los problemas son parecidos, porque los miedos y las angustias son muy parecidas, porque todos somos vulnerables, entonces me encontré con eso, entonces ¿qué hay que hacer con eso? Desbaratarlo. Y no me cansaré de decirlo el libro maravilloso El Caballero de la Armadura Oxidada que ven uno cuando es peladito y uno es peladito como que ah, sí, El Caballero las lágrimas, el óxido uno a los 40 debería andárselo y obligarlo a leerlo tarea tarea porque eso es lo que hacemos empezamos a construir con lo que papá nos trajo, que tenía, que podía, con lo que mamá nos dio, con lo que fuimos viendo del mundo. y quiere sufrir. Y empezamos a echarnos cosas encima. Estás simpático, súper feliz. Este trabajo, yo soy la nota. Pegar este premio, ¡guau! Soy el más chévere. ¿Qué piensan mis compañeros de mí? ¡Ojo, ahora sí me admiran! Y échate peso. Y échate peso. Poderte peso vas a poderte parar de verdad en ese momento de la vida que coincide con la mediana edad del hombre supongo que la mujer también porque realmente es lo que piensas dices, ah, ya llegué a la mitad ya ah, se me pasó rápido ¿cierto? ok, ya conseguí todo lo que quería ¿Y? ¿Entonces por qué tengo esta angustia? ¿Entonces por qué me está dando miedo lo que viene? ¿De dónde viene esa sensación? Y empiezas a quitarte las piezas Y duele Pues como la terapia te decía Tú antes de terapia pues el camino estaba definido ¿no? porque el otro camino se ve duro el camino de la conciencia del conocimiento es espinoso es duro y echas dos pasos para atrás y uno para adelante y un día cuando ya crees que no vas a tener angustia más te vuelves a levantar a las 3 de la mañana pensando en qué hiciste. Pero ese es el que sirve. Ese es el que te lleva a los verdaderos descubrimientos. Y en eso estoy. Atento ese encuentro a ese hombre y digo, este no es el hombre que va a criar a esta mujer. Así tal cual. Ella merece más. Mi mujer merece más. Yo merezco más. Empiezo además a entender que si bien era para ellas, era por mí. Perdón, empiezo a entender que era por ellas pero era para mí. Empiezo a... Está bien. Esta vuelta es acá. Deja mirar para afuera. Que para afuera no es. Es contigo. Y empiezas a quitarte armadura, hermano. Y eso viene con llanto. Por eso es que cabía la armadura oxidada porque a quitarte armadura hermano y eso viene con llanto por eso es que el cabello de la armadura oxidada porque oxida la armadura con sus lágrimas y la armadura empieza a ceder y en eso estamos ¿te ha cambiado la forma de ver a las mujeres? mucho, muchísimo muchísimo, muchísimo y me hace pensar mucho y ahí no solamente mi hija sino mi hijo también me hace pensar mucho. Y ahí no solamente mi hija, sino mi hijo también, me hace pensar en todo lo femenino y en las mujeres de una forma completamente diferente. Los hombres estamos, creo que vivimos en una sociedad, y voy a ser muy franco con algo, por ejemplo, muy vocal con algo, por ejemplo. Yo creo que uno de los más grandes daños que tenemos hoy en día como sociedad es la pornografía. más grandes daños que tenemos hoy en día como sociedad es la pornografía. Esto lo digo sin moralismos, ni doctrinas, ni nada religioso. Yo creo que el daño a la pornografía en la sociedad es de una profundidad muy difícil de entender. Pero estoy casi seguro que tiene mucho que ver con muchos de los males que nos aquejan como sociedad. ¿Por qué? Porque la sexualidad empieza a ser una parte, que es una parte en algún momento, empieza a ser una parte importante de nuestra vida. Y la sociedad prácticamente deja la educación sexual a la pornografía. Es algo normalizado. Es normal que los niños vean porno. Que las niñas, por supuesto, también. Es normal que esas imágenes del porno se identifiquen con lo que supuestamente es hacer el amor. lo que supuestamente es hacer el amor. No podría haber algo más diferente que una relación sexual de una escena pornográfica en donde la mujer casi siempre es vista como un objeto. Eso crea una relación sana en un cerebro de un niño cuando además cada vez están expuestos más jóvenes. Y de una niña, Billie Eilia y les lo digo hace poco dijo que ella el haber entrado en contacto con la pornografía de los 15 años la la hizo entrar en depresión y le hizo cambiar absolutamente el concepto malinterpretar el concepto de lo que era hacer el amor tener una relación sexual pero se sienteís que las mujeres estamos siendo cosificadas? En la pornografía, absolutamente ¿Y en la cotidianidad? ¿En lo que te encontrás? Como efecto muchas veces de la pornografía Y de una mala información que traemos generacional, sí Muchas veces Ahora sabemos más Ustedes además están ganando su lugar a pulso Pero tenemos mucho que trabajar. Y creo que los hombres somos parte del problema, pero tenemos que ser parte de la solución. Dice ganando. ¿Por qué crees que las mujeres nos tenemos que ganar un lugar que siempre ha sido nuestro? Qué horror, ¿verdad? Horrible. Qué horror. Pero se lo han ganado a pulso. Se lo han ganado con hechos sumamente valientes que nunca han debido ocurrir. O sea, hasta hace muy poco una mujer no podía correr una maratón. Lo podía botar. O sea, cuando yo tengo a mi hija, si bien eso nunca me había parecido como algo normal, como... O sea, qué cosa tan descabellada. Pero al tener a esa niña y al querer que esa niña crezca en un lugar donde no tenga que ganarse su espacio, me cambia completamente la película. Y empiezo a profundizar en esa información que yo mismo traigo. Y que traía mi papá, que traía mi abuelo, que traía mi bisabuelo. Y hay que ir para atrás. Todo ese trabajo es un trabajo en el presente, pero también en el pasado. Y como dice el libro, este dolor no es mío, lo más bonito de ese trabajo es que liberas el futuro también. Es cuántico. Si tú eres capaz de destrabar esto acá, le quitas el peso atrás también. Y por ende se lo estás quitando a tu hijo, el futuro. Por eso es tan importante ese momento en el que realmente dices, ¿qué soy? ¿Qué me define a mí? Ese es el valor realmente del proceso. Y es poderte despojar de todo lo que pensabas que era y de todas esas creencias que traes. Y de poder decir, papá, te respeto, mam papá te respeto mamá te respeto pero no voy con eso yo soy muy privilegiada y agradezco la vida por eso claro supongo que vos también muy, mucho oportunidades muchísimo yo nunca fui abusado yo salgo alguna vez a una discoteca que alguien me propuso una situación nunca fui forzado a nada yo nunca fui absolutamente absolutamente absolutamente privilegiado. ¿Cómo podemos resarcir el corazón y sanar el dolor de todas esas mujeres que sí han pasado por eso? Te veo. Te oigo. Tú vales. Tú eres suficiente. Pero lo primero que tenemos que hacer como sociedad es oírnos, aceptarnos, vernos, oír los dolores ajenos, sin ideas preconcebidas. Tenemos también, ¿sabes qué? Cada persona de esta mañana, tenemos que realmente empezar a luchar contra los mitos. Luchar de verdad. Haz que un hombre es así. Yo he hablado mucho de eso, claramente, ¿no? Por el programa. Pero también tenemos que luchar contra el mito de cómo supuestamente es una mujer. Estaba viendo, justo me salió hoy un clip, me salió 50, un reinado, y le preguntaba al presentador, al aspirante, a Reina, si tienes una mujer con las mismas cualificaciones que un hombre para ser presidente del país, ¿por quién votas? No, por el hombre. Por el hombre, porque las mujeres somos demasiado emocionales. Imagínate. ¿Y eso qué es? Es un mito, ¿cierto? Hemos construido... Pero es un mito que está arraigado. Claro. Está fuerte. Claro, como también que está arraigado. Claro. Está fuerte. Claro, como también lo está el hombre puede con todo. Puede con todo. Entonces, espacios como los que tienes tú, espacios como los que tengo yo, que nos sirvan para eso. O sea, más berracas que las mujeres que tú has tenido sentadas en el frente, ¿para dónde? O sea, si eso no te pone a pensar en, ah, ¿una mujer puede hacer todo esto? No, pero ¿cómo así? O sea, mujer cabeza de hogar, o sea, ¿sí ves? Mujer cabeza de hogar. Mujer cabeza de hogar. De 15 años que sacó a la niña. ¿Ves? Pero si no lo ponemosemos si no nos quitamos el miedo de hablar de eso de nuestros dolores y también de levantar la mano y ser responsables y responsabilizarnos por nuestros dolores y también los ajenos como sociedad no lo logramos porque si algo por lo menos me queda a mí es que esto es entre los dos Los hombres somos gran parte del problema Pero también somos gran parte de la solución En cómo nos hablamos entre nosotros En cómo criamos a nuestros hijos En cómo hablamos con nuestros amigos En cómo hablamos y nos referimos también de lo femenino Pero mira, gestos muy pequeños empiezan a calar. Por decirte algo, en un chat de bicicletas hace ya unos buenos años, alguien mandó una imagen que a mí hace unos años me hubiera parecido... ¡Ah! ¿No? Era una mujer. Era una mujer. Ya no me pareció. Y lo comenté. Dije, chicos, acá no es. Y yo con esto no voy. ¿Alzaste la mano? Sí. ¿Por ella y por todas? Por ella y por todas. Porque exacto, no es como que, ay, es mi hija, entonces déjame... No, no, no, no. Esto tiene que ser a todo nivel. Tiene que ser en profundidad. Nunca más, nunca más una imagen de ese tipo. Una persona entre 100. A veces pensamos que una sola persona no tiene el poder y sí lo tiene. Y sí podemos cambiar. Y yo sé que hoy en día pues Justin Baldoni está en mitad de un tema legal, ¿me entiendes? Que no sabemos qué va a pasar. Pero ese podcast de él, el Suficientemente Hombre, es muy poderoso. Es como, eres lo suficientemente hombre para estar en un camerino lleno de hombres y cuando alguien empieza a hablar de una mujer de una forma irrespetuosa, levantar la mano y decir... ¿No? No. Ahí es. Cada uno es de su orilla y cada uno utilizando la plataforma que tenga y las capacidades que tenga levantar la mano y levantar la voz ¿sentís que estás de alguna manera sanando cosas de mujeres con lo que estás haciendo? curiosamente sí ¿sabes? curiosamente sí porque te comentaba antes nuestra audiencia es mayoritariamente femenina. Empezamos como en un 70-30, 75-25, algo así. Hoy en día estamos en un 55-45 de más mujeres todavía, pero esas mujeres nos trajeron hombres y muchas mujeres igual con lo que tú me dijiste también me han dejado mensajes de nunca lo había visto así le he estado exigiendo unas metas a mi esposo que claramente pues son inalcanzables pero así me dijo mi mamá que tenía que ser les toca muy duro ustedes ustedes también? yo no creo que lo puedo en términos de si nos toca más duro o menos duro porque yo siento que históricamente la deuda con la mujer es importante es gigante y lo sigues viendo los lugares de trabajo, los puestos de poder los puestos de tomas de decisiones lo seguimos viendo mucho creo que son cargas distintas poder, los puestos de tomas de decisiones, o sea, los seguimos viendo mucho. Creo que son cargas distintas, creo que nuestras cargas vienen más hacia el tú has de conseguir sin quejarte, tú has de lograr sin decirse a nadie, sin obviamente no llorar, no mostrar debilidad. Digamos que a ustedes se les permite ese espacio. Pero, pero, tenemos que romper ese mito también de... No, pero claro, entonces, ¿cómo va a ser una mujer presidenta si es así de sensible? O sea que fíjate que el tema de la vulnerabilidad y de mostrarnos vulnerables va para ambos lados. Solo que el mito es distinto. El mito es que los hombres no debemos. El mito es que las mujeres lo hacen demasiado. Exageran. Ah, histéricas. Dramáticas. Qué horror eso. Y además de dónde viene el tema de que de la histérica viene el estereotipo. O sea, es es fuerte. ¿Vos sentís que las mujeres somos capaces de absolutamente todo? Yo siento que yo siento que tenemos unas diferencias biológicas que en determinados casos hacen que el cuerpo del hombre pueda ser más fuerte, más rápido, digamos, en términos físicos, en términos emocionales, espirituales, intelectuales, de mucho más. En eso tengo que decirte que yo siempre me he considerado un mega feminista. Para mí, todas las líderes mundiales, lideresas, deberían ser mujeres. Porque además, me perdonan mis colegas, lo hemos hecho muy mal. Lo estamos haciendo fatal. lo estamos haciendo fatal el tema del ego del hombre que tiene mucho que ver con eso que nos mete conquistar romper, tener yo más que tú que además el episodio de María Antonia lo explica divino, desde donde viene viene desde el momento en que dejamos de ser nómadas y entonces ya tenemos que tener la comida en un sitio, entonces qué miedo si no tenemos suficiente comida para el invierno, entonces déjame ver qué tiene el vecino, pero también hay que proteger porque nos pueden quitar y el vecino empieza y viene de ahí, todo eso viene de ahí, que no es otra cosa que miedo, lo único que es miedo este es mi paso ¿tienes miedo que te lo quiten? somos unos miedosos de primera categoría viene de la cobardía de la cobardía de perder de no tener, de ser señalado ¿qué va a pensar este de mí? ustedes las mujeres tienen un nivel de entendimiento diferente a la sociedad bien sea por su capacidad de sociedad, bien sea por su capacidad de maternar, bien sea por su capacidad de empatía. Hay otros conflictos sociales entre mujeres en los que no me puedo meter, pero la mujer es fantástica para organizar, para ver el big picture de las cosas. No es mejor que nosotros nosotros somos unos cromañones me fascina no son capaces de hacer más de una sola cosa jamás si estamos diseñados es para ir para adelante yo si para algo soy bueno es para ir para adelante y tu mujer ve el panorama claro claro absolutamente entonces si son capaces mucho más todavía estamos en una programación y diseño de sociedad que impide que ustedes estén a donde deben estar esa es la gran lucha vamos a romper el mito realmente vamos a romper el mito pero Realmente vamos a romper el mito. Pero lo tenemos que hacer en conjunto. Eso es lo único que yo insisto mucho. Y es que esta tarea es entre todos. Porque si es uno por un lado, otro por otro lado... ¿Sabes? Estoy pensando en tu hija. Ajá. ¿Has pensado el hombre que querés para ella cuando sea grande? Pues es todo lo que estoy trabajando Es lo que trabajo todos los días Desde que yo empecé esta crisis Lo pienso todos los días Es uno de mis principales pensamientos Yo me estoy convirtiendo Poco a poco en el Hombre que quisiera O sea, no que ella estuviera a su lado Porque ella verá Porque de pronto ella es un hombre Pero yo quiero ser esta clase de papá hombre que quisiera... O sea, no que ella estuviera a su lado, porque ella verá. Porque de pronto ella es un hombre, o sea, yo qué sé. Claro. Pero yo quiero ser de esta clase de papá, ¿sabes? Y por mí también. Yo me quiero sentir muy orgulloso del papá que soy. Antes de sentirme orgulloso de la hija que yo pueda llegar a tener... Que es diferente. Diferentísimo. Yo lo que sí quiero llegar a sentirme muy orgulloso es qué tipo de hombre soy. Quitemos etiquetas, qué tipo de humano soy. Ese es el camino. Y es así. Y tengo días que... Nosotros nos llegó un carro, estaba muy pegado, y yo, ¡ah, este carro pegado! ¡Tromañón! Y le pego un golpe al carro. Y me subo al carro y voy manejando y estaba Joaquín, Joaquín va a ser el pequeño Buda ay no estaba callado yo solo pensaba, ¿por qué no dice nada? que sea mi aliado estaba callado y yo, chino berraco, chino berraco hasta los 10 minutos ya yo eh, Joaquín perdóname lo que hice, estuvo mal. Luis, ya me mira y me dice, y yo, y después le dice, así empiezan las guerras, papá. Hasta ahí llegaste. Hasta en eso. Y es que nos vamos construyendo todos los días, con cada decisión. Alguien me decía algo, creo que leí, como que la madurez es ese momento que hay entre la acción y la reacción. Ese instante, ese microsegundo es lo que realmente denota tu crecimiento. O sea, si logras que el tipo que te cerró, tú no te le botaste encima, sino que lo dejaste pasar. ¿Sabes? Es el momento en donde se le cae el agua en el sofá a tu hijo o a tu hija. Y después dices, ¿cuál es el problema? Que inmaduré, sí. ¿Cierto? Entonces, ese microsegundo es lo que yo por lo menos trabajo todos los días. Es ahí, es ahí. Yo le llamo las pequeñas victorias, las pequeñas metas. Todos los días. Algo de incomodidad, el agua fría, es para eso. El ayuno, es para eso. El no perder el temperamento, es para eso y todo son pequeñas, pequeñas victorias que tú vas sumando, porque es que, imaginarte trepar el Everest de una vez, es un poquito difícil pero si tú dices yo hoy voy a hacer 5 metros mañana 5 más hoy me siento súper bien, hoy hago 10 uff, hoy me levanté, voy a hacer uno. Pero si te haces uno o medio, ganaste. Juana, ¿a vos te gusta cargar responsabilidades ajenas? Cada vez menos. Te quiero poner una. Cada vez menos. Te quiero poner una. Ok. Vos dijiste que tu comunidad era más o menos un 50-50, hombres-mujeres, más o menos. La mía es 90% mujeres. ¡Guau! Y te están escuchando. Maravilloso. Y te están viendo. Gracias. Pero además de eso, hay muchas mujeres con mucho dolor en su corazón. Sí. mucho dolor en su corazón. Y además he tenido mujeres que han atravesado tragedias, abusos, violaciones, machismo, que han sido víctimas además de hombres que las han azotado, invisibilizado, maltratado y aplastado hasta el punto en que estas mujeres sienten que no quieren estar acá. Vos en nombre de todos los hombres, por eso te digo, te estoy cargando una responsabilidad. Sí, es que yo no puedo hablar en nombre de todos los hombres. Yo no puedo, Tati. ¿Y en tu nombre? ¿Qué les dirías? Lamento mucho que hayan pasado por algo por lo que nunca han debido pasar. Que las veo, que las oigo, que las siento, que valen y que son suficiente y que son suficiente. Y que aquí estoy. Aquí estoy como estoy para mi gente. Aquí estoy. Pero yo no puedo hablar en representación de todo, ni de otros hombres. Yo no puedo. Yo no puedo pedir disculpas por ellos. Ellos lo deberían hacer. Y no todo el mundo es malo No todos los hombres son malos Hay gente buena Realmente hay gente buena Hay luz La oscuridad nunca va a poder con la luz Un poquitico de luz es suficiente Para poder con la oscuridad Y que estamos todos juntos en esta vuelta Así a veces no parezca Porque nuestros dolores son muy parecidos. Nuestros miedos son muy parecidos. Nuestras angustias son muy parecidas. Lo que buscamos también se parece mucho. Que es ser amados y poder amar. Así, con libertad. Gracias. Te oigo, te veo y te reconozco. Gracias. Eres suficiente. Y vos podés. Y vos también podés. Y vos puedes. Y vos también puedes. Ay, bueno, gracias. Ay, divino, gracias. Te agradezco. Divino. ¿Sabes? ¿Viste? Divino. Estoy aprendiendo a calcular. Hablas español? Hablas español? Hablas español? ¡Gracias! www.spotifypodcast.com ¿Qué pasa? Te imagínate si todos Decidiéramos un día Hacer esto Sentarnos con una persona Cualquier persona A tener una conversación Sin celulares Sin televisores Sin prisas Y simplemente nos sentamos Sin ningún objetivo Particular A echarnos los cuentos Pero realmente Imagínate lo que podríamos hacer como sociedad Si pudiéramos reconocernos Un poco más A veces Pensamos que queremos oír cómo se solucionan las cosas La mayoría de veces solo queremos que nos oigan Porque nosotros queremos encontrar la solución Eso es lo bonito Uno va al terapeuta que le diga cómo arreglar su vida. Uno va para que él te enseñe a hacerte las preguntas correctas. Y a veces esto es, tú y yo nos conocíamos. ¿Y por qué estamos llorando entonces? ¿A mí por qué me emociona tu vida y por qué te emociona a ti la mía? Tengo que decir... que me siento... no siento... tan privilegiados. Y lamento tanto... que tantas mujeres se han pasado cosas tan horrorosas, Juan Pablo. Sí. Los lamento. Los lamento demasiado. No. Lo lamento, lo lamento demasiado. Tú imagínate si pudiéramos, sin quitar la responsabilidad, porque nunca podemos quitar la responsabilidad por los actos a cualquier persona, pero si uno pudiera, o si ese hombre que está absolutamente agobiado con su vida y con sus problemas, que ese hombre que ha visto como su papá le pegaba a su mujer, a su mamá, si ese hombre pudiera ir y decirle realmente a alguien, no sé cómo pagar alquiler de fin de mes, ¿será que podemos cambiar algo? ¿Será que ese hombre no llega a su casa a reventar a su mujer porque no sabe qué otra cosa hacer porque es lo que vive en su casa? ¿Será que una conversación lo lograría? Yo no lo sé. Yo te lo pregunto porque no lo sé. 100%. Hay que hablar. ¿Será que es que lo tenemos ahí pero realmente no le estamos dedicando el tiempo porque tenemos demasiadas cosas que hacer? No, yo no tengo la respuesta, yo la estoy buscando. Yo no tengo la respuesta. Yo no sé cómo se hace esto. Pero sí sé que nuestros espacios sanan. Porque la gente se siente identificada. Porque cuando yo digo que tengo una relación complicada con mi mamá, que es lo más sagrado del mundo y que debería ser absolutamente perfecto, hay mucha gente que también la tiene complicada. Y eso hace que no se sientan tan solos. Y cuando yo les digo que cuando tenía 42 años no sabía cómo hacer con mi hija de 22, me dicen, gracias. Y cuando tú compartes sus historias, cuando las mujeres comparten las historias que comparten, seguramente hay una mujer que ha pasado por algo muy similar, igual de horrendo. Y por lo menos, por lo menos le estás haciendo una pequeña caricia del alma. Le estás diciendo, hermana, no estás sola en tu dolor y no, no tenía por qué haberte pasado. Pero nos toca una conversación a la vez. Hay que hablar. Eso cambia todo. Hay que hablar. Eso cambia todo. No, no, no, no, no. Que esta terapia va a ser gracias de verdad. ¿A ti? Esto hay que hacerlo. Cuando quieras. El llorón era él. ¿Cómo te llamas? El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón. El llorón.